EL HILO DE LA NOCHE
NOS CUBRE DE MISTERIO,
CIMBRANDO NUESTROS OÍDOS
QUE LÁGRIMAS SACAN,
TENTANDO AL TIEMPO
ENTRE DISOLUTOS RECUERDOS,
TIRANDO AL ESCUSADO
LAS BANCAS Y LOS LIBROS.
PUEDEN, CAEN Y RIEN
DESVERGONZADOS CALLADOS,
CREYENDO SER FELICES
SE PIERDEN EN EL ABISMO,
SE AFERRAN A LAS COLUMNAS
Y DESTROZAN SUS TEMPLOS,
SALMODIANDO LUJURIA
SIN DISFRUTAR NI LA MÍNIMA.
NO HAY ADIÓS QUE NO DUELA
NI GOTA DE SANGRE
EN MI VOZ,
NI HAY TU ABIERTO
O TU PIERNA
QUE NO ANUDE LA GARGANTA,
NEGRO, VERDE,
PASTO TROPICAL
Y TU BELLEZA.