-Melchor Rodríguez García, experto cubano de boxeo
Gran apoyo moral recibió Samuel Gutiérrez para su pelea de este sábado, en la que buscará ganar el título interino AMB paja a Luis Carrillo, por parte del legendario Ricardo Finito López, quien marcó, y seguirá marcando por mucho tiempo, la pauta en esta división con su longevo historial de peleas y con su buen boxeo.
La mejor defensa de todos los tiempos
Al discutir con algunos amigos sobre cuál había sido el boxeador con la mejor defensa de todos los tiempos, nombres como Vicente Saldivar o Juan Manuel Márquez salieron a la luz, pero la discusión se centró en nuestras dos grandes joyas: Miguel Canto y Ricardo López. Nadie puede discutirle al Finito haber acumulado 21 defensas de un título (récord de los pesos pajas y récord mexicano de todas las categorías), pero también es obvio que Canto era intocable en la larga y corta distancia, ésta le costaba trabajo a López, como lo demostró el Búfalo Álvarez.
Miguel Canto fue una maquinita de golpes en su etapa con Choláin Rivero, pero desgraciadamente para la estadística sólo quedan en sus anales 14 defensas y un sólo título, el haberle ganado al quizás mejor boxeador venezolano de todos los tiempos. Nada que ver con los títulos en las cuatro categorías del Finito.
Pero si me lo preguntan, claro que por la constitución física Canto podría haber peleado en paja, donde seguramente, de haberse enfrentado, hubiera perdido con el espigado capitalino. Nadie como López Nava en los pajas y falta mucho para que un boxeador, mexicano o no, pueda lograr las proezas y el nivel de boxeo de nuestro compatriota.
Este fin de semana le tocará su oportunidad a Sammy Guty (25, 5, 2, 16KO), un peleador que ha brillado en México pero que no ha logrado vestirse la talla mundial y que tendrá, frente a Luis Carrillo (10, 1, 1, 9KO), la desventaja en la distancia, pero la desgraciada localía que este año a manchado el boxeo nacional con decisiones como las de Muñoz-Rivas, Kameda-Jamoye, Montes-López, Álvarez-Ishida, por mencionar los más frescos.
Gutiérrez se le dificultan los boxeadores disciplinados como Omar Niño, el Rayito García o el ejecutor de éste, Joyi, pero sabe arreglárselas con peleadores que se dejan apretar. Por su parte, a Carrillo le pesa desde 2009 su derrota por KO frente a Karluis Díaz, mismo colombiano que el mazatleco José Torito Rodríguez durmió en siete episodios el pasado 28 de agosto.
La pelea la veo para que el nacido en San Martín Texmelucan, Puebla, la piense muy contrariamente al trabajo de Finito López, es decir, que apriete con todo para vencer la distancia o la pelea se le escapará como el tiempo y el espigado, pero poco experimentado, Carrillo podría noquearlo. Aunque no sea un tremendo fajador, será la única manera en que el Sammy pueda sacar de balance a su oponente, que le lleva más de 10 centímetros de altura.
La pelea que necesita Lazcano
Mucho se ha criticado en estas líneas al juarense Eduardo Chucky Lazcano (21, 1, 10KO), ha sido el excesivo cuidado en su carrera a pesar de su calidad, misma que le he reconocido. Este sábado enfrentará a su espejo: Nery la Pantera Sanguilán (20, 0, 9 KO), en una pelea que no promete un KO, como ellos mismos afirmaron en la rueda de prensa, sino una pelea muy pareja y con combinaciones vistosas.
El estilo aguerrido pero como no demoledor de Lazcano recuerda a nuestro primer campeón mundial, Alberto Baby Arizmendi; sin embargo, la pelea que sostendrá este sábado el campeón Mundo Hispano CMB pluma, en poco o nada se comparará a la hazaña que el nacido en Tamaulipas logró hace 78 años, cuando deshiló al norteamericano Newsboy Brown, para adjudicarse el título mundial California pluma.
Aquella pelea del 18 de octubre de 1932 fue a 10 rounds, distancia a la que también está pactada la contienda de Lazcano y Sanguilán, esperemos que honor al gran guerrero y en tres ocasiones campeón del mundo, los actuales plumas den una pelea memorable. Esperemos por el Chucky, a nuestra opinión el mejor de los dos, ya le suelten las alas para lograr lo que todo boxeador desea: el título del mundo.
A quién denosta a Baby Arizmendi afirmando que su título de 1932 no era verdadero, que el primer campeón fue José Battling Shaw Pérez, campeón mundial Luisiana, les recordamos lo efimero y reconocido del reinado superligero de éste. A quienes leemos cada día a la prensa de diferentes países, nos reconforta recordar a Arizmendi, quien además sí forma parte del Salón Fama de Canastota. Hay de campeones a campeones.
A quien denosta a Eduardo Lazcano por considerarlo un peleador del montón, les recordamos que de un montón de muchachos ansiosos también surgieron Vicente Saldivar, Salvador Sánchez, Jorge el Maromero Páez, por mencionar algunos. Son muchos los llamados, pero pocos los elegidos.
Las viejas glorias, aún pueden regresar
La moda en estos tiempos es calar a los prospectos más destacados contra ex campeones en el ocaso de sus carreras. Quién no recuerda al Mako Leyva intercambiando manos con Juan José Montes, a Alfonso Gómez luciendo ante José Luis Castillo, a Saúl Álvarez sacando del retiro al Tata Baldomir y volviéndolo a retirar; quién no recuerda a César la Cobrita Soto (63, 20, 3, 43KO) un 15 de mayo de 1999 arrebatar su título mundial CMB pluma a Luisito Espinosa . Ahora le tocará pulir a Eduardo Canilla Escobedo (29, 3, 21) a diez rounds y en peso superpluma.
A la distancia parece una contienda sencilla y rápida para Escobedo, pero hay ocasiones en las que un estilo sobrado y el menosprecio del rival, dan como resultado una derrota dolorosa. Por lo mismo, el Canilla debe cuidarse y debe dar sus mejores golpes, al menos en respeto a quien lo antecedió en el lagar de los campeones mundiales de México.
Ya sabemos que la figura de Julio César Chávez es muy grande para que alguno de nuestros boxeadores actuales pueda superarla. Escobedo tiene, sin embargo, las herramientas para grabar su nombre en este deporte; esperemos que sus promotores y que sus puños logren lo que sólo 118 hombres de esta tierra han forjado.
Posdata
Vaya una felicitación para los fuertes pegadores Julio César Pingo Miranda e Ibeth la Roca Zamora, por sus victorias contundentes (como deben de ser ante rivales inferiores) y por la retención de sus títulos de la semana pasada, en la que no pude escribir al respecto. Esperemos que las grandes peleas, las peleas memorables, vengan pronto.