viernes, 5 de noviembre de 2010

El fuego y el hielo

Siempre que un boxeador mexicano y otro puertorriqueño se enfrentan, gran expectación causa el intercambio de golpes, la emoción y la fiereza del combate están asegurados y hoy, a unas horas de que Márquez y López se enfrenten, llego la hora de destruir un mito, el de la fuerza absoluta o el de la técnica suprema.

Plumas para México

Entre hombres de renombre, sólo se han dado dos contiendas entre mexicanos y boricuas en la división pluma. Ambas fueron las confrontaciones que ganó Salvador Sánchez en la defensa de su título CMB. En la primera, Chava ganó a los puntos a un difícil y espigado Juan Laporte, que después heredaría el título pluma del mexicano y, tiempo más tarde, sertía vencido por Julio César Chávez en superpluma. La otra contienda fue una de las más recordadas por la historia de boxeo en México, cuando Sánchez noqueó en ocho al temible Wilfredo Bazooka Gómez, quien en su palmarés lució KO contra Guadalupe Pintor, Carlos Zárate y Juan Meza, todas en la división supergallo; c0n Sal, la historia fue distinta.

¿Qué mandíbula es más débil?

Mucha polémica ha causado, par la tan esperada e incluso aplazada pega entren Rafael Márquez y Juan Manuel López, el hecho de que ambos tienen manos muy pesadas, pero el récord del mexicano puede dar la nota de la fragilidad de su quijada; Rafa, sin embargo, declaró que el débil en este caso es Juanma.

Si reflexionamos las derrotas de Márquez podremos llegar a la conclusión de que sólo uno de sus descalabros llama la atención, contra Genaro García, en fuera parecen evidente sus derrotas a manos de Victor Rabanales y más recientemente contra el "perro de caza" Israel Vázquez. Quien puso en sus peores aprietos al hermano de Juan Manuel Márquez, y a quien el pesado jab lo retiró del boxeo con daños extremos en ambos ojos.

López nunca ha tenido problemas con las cortadas, pero tampoco es un "perro" como Vázquez, parece más un noqueador desbocado, tan fuerte que venció en el primer round a Daniel Ponce de Leónm, otro apedreador fulminante. Pero ya se conoce la historia de lo que pasó con Rogers Mtagwa y como, a pesar de estar prácticamente en la lona, el boricua llegó milagrosamente a las tarjetas y ganó. con justicia, un pleito que desde el inicio había avasallado. Con Bernabé Concepción de la mismas forma tocó lona, más por su ímpetu que por la contundencia de un filipino tocado.

Juventud vs Veterania

En agosto pasado, el mundo del boxeo apostó por la experiencia y el buen boxeo de Iván Iron Boy Calderón para ganarle al formidable pegador Giovanni Segura, la sorpresa fue la cautela del mexicano, sus manos mucho más pesadas de lo esperado y el poco gas que el tiempo ha dejado en el doble campeón boricua. Mañana se enfrentarán de nuevo dos estilos y dos hombres en las mismas condiciones: Juanma en plenitud y en la cima de su carrera, Rafa con los años alimentando su estrategía y con los años empujando el ocaso de su carrera.

En la batalla Segura-Calderón, se esperaba un espectaculo magro, la misma ficha con la que Iván había ganado gran parte de sus contiendas de invicto. Para mañana, sin embargo, una reyerta explosiva y corta se espera, por el estilo abierto que exhibe el boricua y por los intercambios que a veces gusta Márquez. No creo que sea una contienda corta, confío en que el mexicano hará una pelea inteligente y "toree" a un burel tan peligroso como su oponente, no sé si su edad le permita evadirlo todo el tiempo ni si sus puños podrán derribar a Juanma.

¿Pronóstico?

En una pelea tan pareja y tan deseada por ambos es difícil predecir que sucederá en el cuadrtilatero cuando estos dobles campeones se enfrasquen en lo que sólo ellos saben hacer. No debemos olvidar la manera tan violenta con la que López comienza sus peleas y la manera sórdida y apabullante con la que Márquez va minando a sus contendientes hasta dejarlos fuera de combate u obligar el termino de la pelea mediante el médico. Está última puede ser la tónica que espero, que el mexicano destruya poco a poco, a la distancia, al boricua, creo que el honor de ganarle y el honor de convertirse en triple campeón, como su hermano, bien vale la pena.