jueves, 30 de junio de 2011

Chávez Jr. vs Zbik, a la sombra del Maravilla, a la espera del campeonato

(Publicada en elpueblo.com el 6 de junio de 2011)

Con Sergio “Maravilla” Martínez opacando la disputa, la pelea titular entre Sebastian Zbik y Julio César Chávez Jr. es la cita de citas para ambos; mientras que la espera para el alemán ha sido de tres años, para el “hijo de la leyenda” 43 peleas fueron el largo camino hasta el campeonato CMB mediano.



El último rey interino

Después de ver desde la barda como Kelly Pavlik defendía y perdía su doble corona, después de ver la coronación de Martínez sobre un Fantasma lento que lloró sangre, después de ver el tremendo KO a Paul Williams; después de todo, Zbik recibe la oportunidad que en 2009, al ceñirse el cetro interino del CMB, esperaba pronta.

El alemán fue el último de los campeones interinos que el CMB reconoció bajo ese nombre, después de su segunda defensa exitosa ante Domenico Spada. Los campeones suspirantes verde y oro pasaron a ser los campeones plata, que de la misma forma son anunciados por sus promotores como campeones del mundo con risible impunidad.

Zbik, de 28 años y 1.82 m de altura, es un peleador bueno a secas y es un campeón casero, pues aunque ha peleado fuera de Alemania en cinco ocasiones, éstas fueron en el albor de su carrera y ante hombres que dudosamente podríamos llamar boxeadores profesionales.

Para su desgracia también dentro de su patria a enfrentado a púgiles que poco o nada lo han exigido. A pesar de ser veloz y de tener una puntería envidiable, Sebastian carece de pegada y si este 4 de junio logra una victoria, seguramente las tarjetas serán las encargados de otorgarle la gracia del campeón; pero este sábado los jueces que lo califiquen no serán del Rhin ni tampoco de Bavaria la fanaticada que le vitoree hasta los más mínimos golpes al blanco.


El peso de más de 10 años


Más de 10 años tiene Chávez Jr. de calzarse los guantes, pero no es esa década la que más pesa sobre el nacido en Culiacán sino los más de 10 años en los que su padre permaneció invicto en el terreno profesional y en lo cuales despedazó a todos los campeones mundiales con los que se enfrentó excepto, claro, Pernell Whitaker.

Si las 44 peleas de Julito sorprenden por la sobre protección en su carrera, sorprenden en relación a las 43 peleas que tenía su padre cuando enfrentó al Azabache Martínez, muchas de ellas forjaron la leyenda más que las peleas en las que Don King ganó millones de dólares con el Cirujano del Ring.

Sólo una pelea de valor a tenido Chávez Jr. y fue con el fajador John Duddy. Más que asegurar un limpio desarrollo de su carrera, el excesivo cuidado podría ser la principal amenaza de que el título CMB se le escape en manos de su contrincante alemán: la escaza experiencia de Julio César le puede pesar en la hora grande.

Chávez, de 25 años y de 1.83 m de altura, tiene mayor alcance, mayor pegada y mayor resistencia que su oponente, pero aunque Roach le ha enseñado a controlar la zurda (que en antaño parecía muerta) no le ha enseñado los secretos de la velocidad ni de la buena defensa.

Pronóstico La pelea a celebrarse en el Staples Center de Los Angeles, California, será como la mítica pelea del estereotipo de boxeador mexicano. Julio César Chávez tendrá que exponerse a recibir mucho castigo a cambio de desgastar y penetrar en la defensa de Zbik con golpes severos y esporádicos, hasta que el gancho poderoso o la fatiga saquen de la contienda al alemán.
El Júnior tendrá que olvidarse toda la noche de su padre, de tratar de preservar o superar la trayectoria del mejor mexicano de todos los tiempos (nunca logrará superarlo); tendrá que sacar ese coraje que le ha faltado, tendrá apretar bien la zurda y mantenerse lejos de las cuerdas. Si lo hace, seguramente se ganará: auguro que ganará.

Si Chávez pelea como en las 43 contiendas del olvido, no logrará el campeonato y seguramente las críticas en su contra serán más duras de lo que ya son. Dudo que pueda levantarse de esa caída.

De cualquier manera, el campeón que el mundo reconoce, pero que el CMB ha convertido en emérito, Sergio Gabriel Martínez, estará esperando por su cinto. Marco Antonio Rubio, el resucitado noqueador y retador oficial, también espera.

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