(Publicado en elpueblo.com el 24 de junio 2011)
Pero no puede hacer picadillo a Rivera, (…)nadie
ha podido hacerle perder la confianza en sí mismo;
que yo sepa, no tiene ni una pizca de miedo a nadie”.
-El mexicano, Jack London, 1914
Enciénda usted el televisor, acomódese en el sillón y cámbiele al box, prepare unas buenas botanas y bebida generosa; prepárese para bostezar porque al campeón del mundo le han puesto un pichón para lucirse. ¿Es este el boxeo que le gusta? (Apuesto a qué pelea verá este sábado entre Humberto Soto y Fernando Montiel)
Relámpago sobre el “Canelo”
Como era de esperarse, con poco, Saúl Álvarez se impuso sobre Ryan Rhodes. Tengo que confesar que una columna ajena, que señalaba que esa pelea iba a ser el peor error del “Canelo”, me hizo reír hasta el calambre. No hay mucho que decir de lo que se hace costumbre en el campeón CMB superwelter, pero sí es necesario decir que la velocidad del tapatío es algo nuevo, es un buen indicio y es lo único digno de recordar de su primera defensa del título.
Cuidar el juego de té
En una leyenda muy difundida en el Japón, Daruma descubre el té después de cortarse los párpados al incumplir su promesa de no dormir. Tira los párpados al suelo y de allí nace la planta del té que él prueba y aprueba. La cuarta defensa del título CMB ligero tiene mucho que ver con esta anécdota, estarán presentes el sueño, un japonés y seguramente un té de tila (en el caso del que escribe)
A Humberto la “Zorrita” Soto (55, 7, 2, 32KO), el campeón aludido, le han cuidado la carrera como si fuera un juego de té muy fino; han menospreciado su calidad. No puedo afirmar que esto haya provocado su parsimonia como boxeador o que ésta antecede a la excesiva preservación del púgil mochiteco.
Las dos ocasiones que se ha coronado campeón ha sido por un título vacante, después del infructuoso intento de arrebatarle su cetro a Joan Guzmán, pero lo peor es que lo ha hecho contra peleadores que ya no tienen mucho que ofrecer al boxeo. Las defensas de Soto como campeón superpluma y ligero han sido malas y para el olvido, excepto su guerra con Urbano Antillón, catalogada como la pelea del 2010, gracias al estilo rocky-marcianesco del nacido en Namiquipa, Sonora.
La “Zorrita” tiene velocidad, técnica e inteligencia, e incluso puede decirse que su pegada es mayor en las 135 libras, pero sus peleas siempre caen en un letargo del que nunca vuelven, como si el campeón le diera al retador una chanza para ver que puede hacer mientras él se va a la luna. Posiblemente pase lo mismo con Motoki Sasaki (36, 8, 1, 23), un boxeador japonés muy casero y que esconde la dinamita cuando enfrenta a un verdadero boxeador; un púgil que anuncia mucho sus golpes y al que es fácil bloquear a la distancia: todos los ingredientes para que Soto se luzca.
Desgraciadamente más de uno de dormirá este 25 de junio en la pelea estelar del Parque Quintana Roo y alguien (yo) necesitará un té de tila ante la eterna espera de que la “Zorrita” despegue finalmente al salón de los grandes campeones mundiales de México.
Aquí se rompió una taza
Para quien recuerda las líneas que dediqué a la pelea Hozumi Hasegawa-Fernando Montiel, expliqué que las condiciones físicas del mexicano le impedirían ganar aún por los puntos el cinto CMB gallo; craso error. Para quien recuerda mi pronóstico de la pelea Nonito Donaire-Fernando Montiel (44, 3, 2, 34KO), deduje que la pelea no terminaría por KO y menos contra el mexicano; triste derrota.
Lo único común en ambas peleas es la valentía con la que el oriundo de los Mochis ha afrontado dos retos que muchos campeones mundiales mexicanos evaden. El mismo “Kochulito” rehuyó a la unificación en el peso supermosca, cuando todo el mundo sabía que podía derrotar incluso a Vic Darchinyan.
¿Fue un golpe de suerte la fractura a la mandíbula de Hasegawa?, no lo sé. Lo que sí puedo afirmar es que el caminado de la lona con el que Montiel neutralizó al japonés fue el mismo que le ayudo en su victoria contra Rafael Concepción, y fue el mismo que le faltó ante la difícil y desastrosa pelea contra Donaire.
El “Torito” Concepción no pudo meterse en el corto espacio ante el “Kochulito” como si lo hizo contra Nonito el 15 de agosto de 2009, cuando para muchos le ganó al filipino (pero no ganó el título, puesto que falló al dar el peso), excepto para los jueces. Montiel mantuvo a raya al panameño como no hizo con el actual campeón CMB-OMB gallo; ¿fue ese el error que definió su derrota ante Donaire?, tampoco lo sé. Sólo sé que fue muy doloroso ver a Fernando intentar pararse ante el escopetazo que recibió en la sien, pero más doloroso fue que su experimentada esquina (liderada por su propio padre) no paró la pelea antes de que el conteo de los 10 terminara.
“Kochulito” regresa después de recibir el primer KO de su carrera, regresa no contra la “Amenaza” García como lo hizo Margarito; no lo hace contra Dirceu Cabarca como el “Archie” Solís; no lo hace contra Ladislao Vázquez como Jorge Arce; lo hace contra Nehomar Cermeño (20, 3, 0, 12KO), un nombre en el boxeo, un hombre peligroso. Montiel lo hace porque no tiene miedo, porque quiere recuperar la gloria que el 19 de febrero de 2011 le fue arrebatada en Las Vegas.
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